viernes, 27 de mayo de 2016

León Kamikaze


-Lu, ¿acabaste el libro que te regalé?
-No, hace mucho que no leo,
Y ahí fue cuando las ganas de leer y el café se juntaron para que más de medio libro se quedase por detrás del marcapáginas en una noche llena de palabras que poco a poco me iban llegando y provocando esa sensación de escape que siempre ha sido la que me ha salvado de todo, de absolutamente todo.
Hacía tiempo que no acababa un libro, desde La Chica del Tren, que hace ya lo suyo.
Ha sido un año duro y complicado, y sobretodo diferente, pero de eso hablaré en otro momento.
León Kamikaze es la historia de León, sí, León.
León es un chico problemático que cuenta su historia.
Pero yo prefiero contar la historia de cómo este libro llegó a mis manos.
-Lu, quiero comprar un libro.
-Compra este, León Kamikaze, el título te llama, y mira qué portada.
-¿Este?
-Yo lo compraría, es que te llama, mira qué portada, y el título...
-Vale, pues te voy a hacer caso.

-Lu, para ti, feliz día del libro.

Sí, yo lo elegí sin tener ni idea de que acabaría en mi poder.
Es un libro que realmente me llamó la atención en la tienda, pero según iba leyendo, tenía miedo  de que me decepcionase.
Hace un mes que mi mente no admite ya más historias de amor. 
Esta no es una historia de amor, temía que lo fuese, temía el final porque me estaba encantando.
Y el final...
El final es sencillamente brillante.
El libro se divide en tres partes. 
La tercera me ha sorprendido, y para bien.
Refuerza mi idea de la vida a base de elecciones.
La vida se basa en elegir, elegir lo que creemos mejor en cada momento, o lo que al menos nos hace felices.
Tal vez lo que a mí me hace feliz no sea lo que corresponda con la idea de felicidad que tiene el resto del planeta. Yo lo sé, pero gracias, León, por reforzarme la idea.
Gracias, Álvaro, por un libro tan brillante.
Es sencillo de leer, y puede que parezca incluso algo infantil, pero a mí realmente me ha ganado.
Hacía tiempo que no leía un libro entero. Tenía 5 empezados, y no remataba.
León Kamikaze ha sido el mejor libro que me podía haber leído, ahora a por los cuatro siguientes.

Normalmente, no soy de esa clase de personas que subraya los libros (de lectura, los de texto son ya más fosforitos que blancos) o que dobla sus páginas. En este libro he doblado una. Ha sido inevitable. Os dejo con una frase de dicha página. 
Brutal

"Lee esos apuntes, los necesitas para conocer lo mejor de ti, para saber cómo puedes luchar contra tus demonios. Esos que te han convertido en un monstruo. Y ser inteligente no te servirá de nada en esta vida si nos vas más allá y buscas algo que el resto del mundo no ha visto todavía. Como monstruo necesitas una filosofía"

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Sí, tenía que escribir hoy, no sé qué día le saldrá al blog pero ahora mismo es 27-05-2016. Tenía que ser hoy.

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lunes, 23 de mayo de 2016

I've got one heart I'll not waste it away,
I've got one life I'm not throwing it away
Like a fire that we can't contain,
wishing that it will last,
it will last.

jueves, 12 de mayo de 2016

¿Universidad?

Con motivo de la publicación de una guía para elegir una carrera universitaria elaborada por personal perteneciente al periódico español "El Mundo”, se ha escrito un artículo de opinión promocionándola y en el que aquel que lo haya redactado expone su punto de vista acerca de la universidad de forma bastante general.
En el artículo se expresa de forma clara que a la hora de elegir una carrera universitaria, si es que es nuestra elección, tenemos que elegir aquellas que nos aseguren un empleo y además debemos trasladarnos, de forma casi obligatoria, a la universidad donde esté considerado que mejor vamos a aprender los estudios que hemos  seleccionado.
No hace falta decir lo en contra que estoy con estas declaraciones, pero voy a hacerlo, y para ello, ya que mañana tengo un examen donde casi me dan el aprobado si escribo un texto argumentativo de forma correcta, voy a aprovechar esta ocasión para practicar.
Hoy en día, es cierto que la tasa de paro no es la mejor cifra posible, y que cada vez ciertos empleos relacionados con determinadas titulaciones universitarias son menos demandados o simplemente menos comunes. Es por esto que hay muchas opiniones que oscilan entre un claro "a favor" y un indudable "en contra" de ciertos estudios superiores.
Son abundantes aquellas personas que opinan que a la hora de elegir qué vamos a estudiar debemos escoger algo que nos asegure un empleo en el futuro, y esta gente es la misma que cree que las carreras de humanidades son aquellas que cuantos más graduados tengan, mayor será la tasa de paro. Me gustaría hacer ver a esas personas que las carreras de humanidades son más útiles de lo que mucha gente llega a creer, que proporcionan un gran crecimiento personal y que no es solo "chapar", que también tienen su parte práctica. 
Sí que es innegable que las carreras relacionadas con el ámbito de las letras tienen peores estadísticas que los grados de ciencias, especialmente las ingenierías o ciencias de la salud, pero ¿qué sería de nosotros sin los libros, sin los idiomas, sin la música, sin la filosofía o sin el arte? Creo que un mundo en el que solo existiese la ciencia sería un mundo en el que, realmente, nadie querría vivir.
Además de lo mencionado anteriormente, es también muy común oír que nos estudiantes universitarios tenemos que buscar aquella universidad donde podamos adquirir los mayores conocimientos posibles. Ante esto he de decir que los conocimientos dependen de la persona que quiera adquirirlos y no de un lugar, y sobretodo que cada cual posee diversas opiniones, es decir, lo que es mejor para unos, es lo peor para otros. Este año yo he tenido muy buenos profesores, profesores que han intentado explicar la materia con la mayor claridad posible, sí, ayudándose de diapositivas, pero no limitándose a leerlas; ofreciendo actividades prácticas para que los conocimientos resultasen más fáciles de asimilar y siempre preocupados por resolver cualquier duda que pudiese surgir, y yo no me he desplazado. Es cierto que podría estar en una universidad mucho mejor, pero también mucho peor, y sobretodo que los conocimientos que decida aprender van a depender de mí, de mi motivación, de mi preocupación y de mi atención en clase, no de la universidad con mejores ordenadores e instalaciones. 
Finalmente y para afirmar de forma definitiva que cada persona debe estudiar aquello para lo que realmente se sienta capacitado y motivado, he de añadir que si la gente eligiera sus estudios únicamente pensando en asegurarse un trabajo y no pensando en sus propios intereses pueden ocurrir dos situaciones distintas: que dicha persona no acabe sus estudios o que esta no sea feliz en ningún momento de su vida, porque no está haciendo lo que realmente le gusta. Puede que ciertas carreras tengan unas estadísticas que para nada agradan ni son inspiradoras, pero al menos, aquellos que decidan estudiar dicho grado serán felices los años que estén realmente aprendiendo lo que les gusta, y hará de estas unas personas diferentes, nuevas y sobretodo, personalmente maduras.

lunes, 9 de mayo de 2016

 (Max Aub, Crímenes ejemplares)
Hacía un  frío de mil demonios. Me había citado a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrán. No soy de esos hombres absurdos que adoran el reloj reverenciándole como una deidad inalterable. Comprendo que el tiempo es elástico y que cuando le dicen a uno las siete y cuarto, lo mismo da que sean las siete y media. Tengo un criterio amplio para todas las cosas. Siempre he sido un hombre muy tolerante: un liberal de la buena escuela. Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. Que yo sea puntual a las citas no obliga a los demás sino hasta cierto punto; pero ustedes reconocerán conmigo que ese punto existe. Ya dije que hacía un frío espantoso. Y aquella condenada esquina está abierta a todos los vientos. Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez. Las ocho. Es natural que ustedes se pregunten que por qué no lo dejé plantado. La cosa es muy sencilla: yo soy un hombre respetuoso de mi palabra, un poco chapado a la antigua, si ustedes quieren, pero cuando digo una cosa, la cumplo. Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabe en la cabeza el faltar a una cita. Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media, y Héctor sin venir. Yo estaba positivamente helado: me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía el pecho, me dolía el pelo. La verdad es que si hubiese llevado mi abrigo café, lo más probable es que no hubiera sucedido nada. Pero esas son cosas del destino y les aseguro que a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, nadie podía suponer que se levantara aquel viento. Las nueve menos veinticinco, las nueve menos veinte, las nueve menos cuarto. Transido, amoratado. Llegó a las nueve menos diez: tranquilo sonriente y satisfecho. Con su grueso abrigo gris y sus guantes forrados:
-¡Hola, mano!
Así, sin más. No lo pude remediar: lo empujé bajo el tren que pasaba. Triste casualidad.

                                                              

miércoles, 4 de mayo de 2016

No hay azar en el arte

Celebré el día del libro vistiéndome de verde y me olvidé de todo aquello que no fuese especial.
Quería haber escrito pero por unas cosas o por otras se quedó de lado.

Por eso vengo hoy, más de una semana tarde, para honrar ese día que tantas sensaciones me produce.
En la foto que está al principio de la entrada podemos apreciar varias estanterías con libros en ellas. Esta imagen posiblemente fue tomada por un visitante de una desconocida biblioteca. Digo biblioteca porque, aunque a mí me encantaría, no tengo ni tantos libros ni tanto espacio como para acumularlos así, y supongo que mi caso será el de muchos otros.

Observamos en ella una gran cantidad de libros, puede que ordenados, lo que sería lo más lógico si aceptamos la interpretación de que nos encontramos admirando estas estanterías dentro de una biblioteca; y podemos inferir por la cantidad de colores que nos encontramos, que estos libros pertenecen, sino todos la mayoría de ellos, al ámbito juvenil. 

Yo soy una persona a la que le encanta leer, por lo que yo podría haber sido perfectamente la persona que ha sacado esta foto. Me encanta visitar bibliotecas, librerías, y hablar con cualquier persona a la que le apasione leer.
Pero, ¿es importante saber leer?
¿Todo el mundo sabe leer?
Nos exigen leer y no nos enseñan a hacerlo.

En el arte no hay azar, la literatura es arte. Necesitamos conocimientos para apreciarla en su plenitud.
Gracias universidad por proporcionármelos.

lunes, 2 de mayo de 2016

Working hard

Es como si me conocieses a la perfección, es como si compusieses para mí, como si cuando te necesitara tu estuvieras ahí solo para mí, porque estás.
Ahora has hecho esto, ahora, cuando más lo necesito.
Gracias.
Nunca me cansaré de agradecértelo.
Eres grande, eres enorme, eres un genio.
Gracias por comprenderme a la perfección una vez más, por hacerme sentir comprendida y arropada.
Hoy, desde mi soledad y desde la tranquilidad que ansio y necesito, tú has venido para dármela con esta maravilla.
Mi noche hoy será contigo, con los libros y contigo.
Mi cerebro te agradece enormemente esto que has hecho una vez más.
Gracias Adam, sin ti nada sería posible.


domingo, 1 de mayo de 2016

Demasiado drama para mi poesía

Eres demasiado drama para mi poesía.
Ya hace tiempo que te persigo, que trato de averiguar todo de aquellos que pasan por ti, de aquellos que llegan e intentan quererte, y de vez en cuando lo consiguen y eso es lo que me gusta.
A veces no te quieren, a veces incluso yo te odio, e intento ignorarte, decir que no me aportas nada, que es todo una tontería, una convención. 
No han sido pocas las personas que han tratado de apartarme la idea de la cabeza, de hacerme ver que mi elección fue incorrecta, que no pegamos para nada.
Procedemos de lugares distintos, y tú eres mucho más grande, yo simplemente soy una persona más que busca a través de Internet un modo de conexión contigo, y cuando tengo la oportunidad voy a verte, donde sea y cuando sea, aunque no ocurra tan a menudo como a ambos nos gustaría. 
Me encantas cuando todo te va bien, cuando triunfas, cuando realmente consigues lo que quieres.
Me gustas aún más cuando no lo tienes y luchas, sobretodo cuando luchas para conseguirlo.
Aún así sabes perfectamente que si todo te va mal, yo seré la primera en seguir apoyándote, porque te quiero, realmente te quiero.
Te odio cuando no luchas, o intento odiarte, o tal vez me odio a mí misma por quererte.
Pero ahora luchas, luchas de verdad, para que todo lo que han dicho de ti se olvide, para hacer callar a todos aquellos que hablan sin saber nada de ti, ni de esa conexión tan especial que tenemos. 
Eres blanquinegre, y me hiciste así. 
Sé que es verme y sentir la poesía que me envuelve, y muchos me dicen que me olvide de ti, que eres demasiado drama, que no me vas a aportar nada nuevo.
Pero cada vez que veo el balón en la portería contraria un escalofrío me recorre el cuerpo y la alegría no podría ser mayor.
Gracias Valencia CF por hacerme como soy, te apoyaré siempre, pase lo que pase.
Eres parte de mis sentimientos, especialmente de uno que no se acabará jamás.
Eres demasiado drama para mi poesía, y eso realmente me encanta.