domingo, 15 de septiembre de 2019

Faith

La modista de Dover Street fue un libro que me compré de oferta y que me leí en un solo día. Un libro que me enganchó y sorprendió al mismo tiempo. Un libro que muestra la historia de una chica a lo largo de una guerra (aunque de esto también trata Persépolis pero de otra chica, otra guerra y otra historia).
Hacia tiempo que una novela "convencional" no me enganchaba de tal manera, y en las escaleras de mi casa un día soleado, pero no caluroso, cualquiera de junio/julio, ya ni recuerdo, me sumergí en sus redes que me atraparon totalmente.
Incluso sentí tristeza cuando lo acabé de leer.
Creo que sigo leyendo y sigo en la búsqueda de nuevos libros que me apasionen, dándole casi oportunidad a todos, con el fin de conseguir esas sensaciones que tanto me gustan.
Tristeza al acabar el libro es solo una de ellas. También leo por alejarme del mundo, por disfrutar, por olvidarme de quién soy durante unos instantes (aunque no tenga ningún tipo de problema con la persona que soy y la vida que llevo), por aprender, por volver a asociar canciones a historias, por preferir la lectura a cualquier otro tipo de actividad más social/relajada.
Este verano (aunque no sé para cuando programaré esa entrada) he recuperado costumbres como la de leer al sol, leer en la escalera de mi casa, leer en transportes públicos, leer en la terraza, leer en la cama... en definitiva, la de leer, y no sabéis lo bien que me ha sentado.

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