sábado, 13 de agosto de 2016

El tiempo es un turbio inventor de sombras, pero los milagros del corazón existen y saben de recovecos para mitigarlas

Hoy, 13 de agosto (día internacional del zurdo, algo que yo soy ), he acabado uno de mis libros pendientes: "Donde acaban los mapas". 
Un día, cansada de leer en inglés me dije: voy a leer en español, y ante la facilidad de leer el libro, decidí continuarlo. Los capítulos son cortos y la verdad es que, como añadido, me saltaba ciertos párrafos y páginas que en breves explicaré el porqué.
El libro habla de una joven española que se va a la capital francesa para emprender una nueva vida. Allí consigue un empleo que poco a poco la va llevando a conocer la historia de China, algo en lo que nunca había estado interesada. 
La verdad es que yo, personalmente, nunca me he sentido atraída por la cultura oriental, por lo que me costó empezar este libro, y cuando hablaban únicamente de la historia china tenía que saltar las páginas porque, y es cierto, me aburría. 
Pero a pesar de esto, que es lo que menos me ha gustado del libro, hay un aspecto que me ha gustado mucho, y actualmente me encanta leer libros así. Dicho matiz es la falta de intensidad amorosa. Es decir, este libro no se centra demasiado en historias de amor, sino que la autora sencillamente las deja caer o les da importancia de otra manera que mencionándolas constantemente. Esto es lo que más me ha gustado del libro.
Resumiendo, el libro no está genial, pero tampoco está mal. Realmente es una historia que a unos puede gustar más y a otros menos, pero nada más a destacar, porque aunque mantiene un ligero misterio a lo largo de los capítulos, el final acaba siendo muy previsible. Esto ha hecho que me lea el epílogo más por encima que nada desde hacía mucho tiempo, porque era obvio lo que estaba pasando.
Finalmente, destacar que la frase del título (lo siento) es la frase final del libro, y me ha gustado mucho, tanto como para obsequiarle el honor de encabezar una entrada aquí.

Aquí otra frase del libro que me ha llegado, en cierta manera.
Nada es como era, Afortunadamente.

Nos vemos cuando me termine "The Angel's Game".

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