Yo misma he caído en el mismo error que los demás. El error de no apreciar aquello en lo que no hay acción, sino sentimientos. A veces creemos que todo tiene que tener acción, que tienen que pasar cosas, que nos tienen que pasar cosas. Y no caemos en lo equivocados que estamos.
A veces no nos paramos a pensar en la importancia de los sentimientos, y muchas veces por encima de los actos. Que a veces es mucho mejor estar sentado en una escalera en compañía, sin nada más, que de un lado para otro sin parar haciendo y celebrando aquello que no nos gusta simplemente para aparentar y agradar.Hace mucho tiempo que dejé de hacerlo. Hace mucho tiempo que prefiero la felicidad real a la aparente.
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