domingo, 23 de septiembre de 2018

Vuelvo a mí

Esto ha sido muy irónico.
Tengo que hablar de un libro.
Esto no es lo irónico.
Lo irónico es que he acabado aquí, vagando entre las palabras que he escrito a lo largo de todos estos años, y deseando que una de las páginas o entradas hiciera que mi cabeza se iluminara cual bombilla. 
Que raro que siempre vuelva al mismo libro.
Un libro tan inspirador que llegó a mi vida de mucha casualidad...
Como la persona que me hizo conocerlo.
Pero esa es otra historia ya contada.

Hoy he escrito.
A principios de agostó escribí también.
Ahí empezó y se cerró el ciclo, que yo hoy, con la última entrada cierro. Un ciclo en mi vida, otro de tantos, sin mayor importancia. 
Esto no es lo importante. 
Lo importante es que es todo muy irónico, porque sea para lo que sea siento que una conexión siempre me hace darme cuenta de las cosas, me hace volver siempre al mismo lugar, y da igual todo lo que viva, cuanto me aleje o me acerque. 
Sí, da igual todo lo que viva, da igual que sea con una persona o con otra, en un lugar u otro, fútbol o amistad, familia o amor, estudios o comida. 
Siempre está esa conexión. 
El hilo irrompible del que mucha gente habla y pocos creen en él.
Si sigo aquí es por algo.

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