lunes, 23 de abril de 2018

Emoción

No es la primera vez que comparo un libro con una persona, y es que todos son especiales.
23 de abril. 
Día del libro.
Y como cada año su homenaje aquí, al menos por mi parte. Siempre un homenaje personal y plagado de experiencias personales y no tan personales sin esperar pero sabiendo que voy a recibir algo a cambio.
Un libro puede aportar tantos significados, puede hacernos sentir tanto que ni nosotros nos imaginamos el poder que puede tener cuando decidimos emprender una parte de nuestra vida juntos, de la mano. Y sí, libros, hoy es vuestro día, pero a veces, por muy especiales que seáis, a veces, por mucho que nos cueste, no todos los libros están preparados para agradar a todas las personas, para ser ese medio de escape, entretenimiento o aprendizaje que alguien busca mientras pasa páginas y páginas. 
Hay personas que no son capaces de entenderos a todos, ni siquiera de daros una oportunidad, bien sea por vuestra portada, precio o autor.
Hay personas a las que no agradáis en general, o en particular...
Hay personas que no saben cuidaros, personas que no saben valoraros...
Pero al igual que esto ocurre, también existe el otro extremo.
Existen personas que están preparadas para cuidaros, valoraros y daros esta oportunidad que tanto merecéis. Existen personas para las que vosotros sois una parte indispensable de su vida, que no pueden estar más orgullosas de estar rodeadas de palabras y palabras...
Palabras que emocionan, palabras que hacen sentir de verdad, o dejar de sentir, palabras que hacen viajar, conocer, aprender, pero sobretodo: vivir.
El sábado no viví, no fui capaz, otras cosas se sobrepusieron, otras cosas me sobrepasaron.
Pero ayer...
Ayer tomé un tren y un aparente buen libro, y viví, y crecí, y disfruté.
No solo tú, libro, me hiciste vivir, pero tú hiciste que pudiera disfrutar de la vista, la comida, la temperatura, el lugar y que pudiera disfrutar de cada segundo.
Libros, me cambiáis el humor.
Libros, seguís salvándome día a día.
Libros, solamente, Gracias.

miércoles, 18 de abril de 2018

Walk the moon

He encontrado el libro que quiero leer.
He encontrado un libro que deseo leer.
He encontrado un libro que en cuanto llegue a mis manos no voy a parar de leerlo. Y es por eso que aún no lo he comprado, porque ahora mismo estoy leyendo dos (en español) y tengo 3 sin leer (en inglés). Me quedan 3 meses fuera, 3 meses en los cuales no voy a parar de leer ni de aprender ni de disfrutar. Me quedan 3 meses en los que no voy a parar de nada. 
He descubierto lo valioso que es el tiempo y todo lo que tenemos que aprovecharlo, que todo vale para aprender y que de aquello que pensamos que para nada va a servir siempre podremos sacarle cualquier provecho. 
Hoy me he levantado temprano, y me he tomado la mañana con tranquilidad. 
Tengo clase de 2 a 8. Demasiadas horas. Demasiadas horas que voy a aprovechar para aprender lo máximo que sea posible.
Pero me he levantado temprano, para dedicar un tiempo a leer, desayunar tranquilamente, escribir, hacer alguna tarea, y sobretodo disfrutar y aprovechar cada minuto, porque aprovechar el tiempo no es ir rápido, no es hacerlo todo deprisa y no tener tiempo libre. Aprovechar el tiempo es hacer que el tiempo valga la pena, y que aquello que hacemos nos haga estar conformes con nosotros mismos, felices, haciendo aquello que nos motiva y nos llena.

Power

Esa sensación de plenituz cuando alquien desconocido se para un segundo a mirarte y te sonríe amablemente, y tú le devuelves la sonrisa, y todo lo malo que te haya pasado en el día se evapora, como si nunca hubiese estado ahí.

domingo, 15 de abril de 2018

Shooting

A veces conoces a personas que provienen de zonas completamente diferentes a las tuyas y ven la vida cómo tú. A veces conoces a personas realmente cercanas en distancia y la mente no tiene nada que ver. Y es que aquello que nos separa no es más que la vida que vivimos día a día, los acontecimientos que nos pasan y cómo nos enfrentemos a ellos, pero sobretodo lo informados que estemos y lo que seamos capaces de hacer. 
En este aspecto influye la lectura. Todo lo que seamos capaces a leer, todo lo que hayamos leído y todo lo que eso nos ha marcado.
Y por eso hoy vengo a decir: Lee.
No hay nada mejor que leer e informarse.
Hace tiempo tuve un momento en el que no sabía qué leer, no había nada que me llamase en concreto. Sigo en ese momento, pero ya veo el final del túnel. Quiero leer:
1- Libros que me informen
2- Libros que me hagan crecer
3- Libros que me cambien la mente
4- Libros que me hagan pensar.
Y antes me dedicaba especialmente a la lectura de libros con el único objetivo de:
1- (porque no hay más) entretenerme.
Creo que con el paso de los años uno busca cosas diferentes, uno cambia, cambia aquello que disfruta, aquello que le hace feliz. Pero en realidad jamás cambiamos en esencia, y eso es bueno.
Tu esencia no desaparece por abrir tu mente y reconocer que te equivocas, que estás haciendo las cosas mal. Tu esencia está en lo que de verdad demuestras.
Así que lee, pero escucha también, y sal de tu zona, y aprende, y tal vez así conectes con algo que no habías conectado antes, tal vez así sientas algo que no habías sentido antes; como cuando un desconocido se sienta a tu lado en el tren y ambos leéis mientras mentalmente os sonreís, y colectáis... y sentís.