Siempre me sorprendes Santi Balmes.
Estaba dentro de la literatura, en una laberinto lleno de posibles caminos, pero ninguno acababa de convencerme. Decidí adentrarme en el tuyo, y la luz fue poco a poco apareciendo, llevándome de nuevo al centro, llevándome de nuevo a un punto donde todos los caminos parecen nuevos, buenos y llenos de destellos dorados.
Tú has hecho un viaje por bruma, y has salido. Yo he conseguido salir del desconcierto, he conseguido salir del agujero del que mi mente se negaba a salir, y también he salido, y de nuevo y como de costumbre, gracias a ti.
Un placer.
Te dejo una, hambre invisible.
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