Y conocer y que den igual las diferencias y las apariencias.
Conocer y hablar y beber y compartir e intercambiar. Conectar.
Y esa es la magia de las pequeñas cosas, los detalles, las experiencias, las palabras, las ocasiones, las miradas y los roces.
Y conectas.
Y abres los ojos,
o los cierras.
Allá cada uno.
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