miércoles, 22 de julio de 2015

I wanna be your left hand woman

Creo que a todo lector le llega su momento de cambiar de género y a pesar de que sigo leyendo mi estilo, me ha dado últimamente por la poesía.
Tenía ganas de un libro de poesía, pero creo que no acerté con la elección. 
Poesía contemporánea, está bien, pero tal vez no es lo que yo buscaba, no logré conectar con sus poemas como si lo logré con otros.
La poesía es para mí una forma artística de expresarse, como la pintura, el baile, la música o la fotografía. Cada uno expresa en sus escritos lo que desea, lo que siente, y lo que busca transmitir; pero creo que en poesía lo importante es llegar a todos, y puede que con los poemas enteros a mí no me haya llegado, pero la verdad es que hay versos que me encantaron. Seguramente iré poniendo muchos de ellos a lo largo de las entradas, y puede que explique lo que significan para mí, porque las palabras son iguales para todos, pero esconden tantos significados distintos y personales que me parece que merece la pena ver varios de ellos, para que los científicos y médicos comprendan también su magia, la magia de las palabras, de estas combinaciones de letras que cuando cobran sentido en la mente todo se hace diferente. 

El error es mirar lo de ayer con los ojos de hoy
querer que las cosas vuelvan a ser igual
cuando tú ya no eres el mismo, 
como si se pudieran reciclar los suspiros 
o dar un mismo beso por segunda vez


La poesía es el arte que cobra vida en nuestra imaginación, la cura del alma.



Mi primer contacto con la poesía, individualmente y que me llegase, fue con poesía traducida de Elisabeth Barrett Browning, un poema muy conocido y muy traducido. Me gustó tanto que decidí aprendérmelo de memoria. Fue en 2011, viendo la serie llamada "Ángel o Demonio", la protagonista, Valeria, tenía un libro en la mano y leía unos versos muy bonitos. Busqué por Internet el capítulo, lo paraba constantemente para copiar aquellas palabras que me habían emocionado y poder buscar el poema completo, su autora, más poesía así. 

Recuero que el día antes de la PAU me quedé repasando hasta tarde, y me puse a leer los poemas de la gran escritora inglesa antes de dormir. Mi remedio contra el insomnio. 


¿De qué modo te amo? Deja que cuente las formas:
Te amo desde el fondo del abismo hasta la región más alta
que mi alma pueda alcanzar, cuando persigo en vano
las fronteras del Ser y la Gracia.

Te amo en el calmo instante de cada día,
con el sol y la tenue luz de la lámpara.
Te amo en libertad, como se aspira al Bien;
Te amo con pureza, como se alcanza la Gloria.

Te amo con la pasión que antes puse
en mis viejos lamentos, con mi fe de niña.
Te amo con la ternura que creí perder
cuando mis santos se desvanecieron.

Te amo con cada frágil aliento,
con cada sonrisa y con cada lágrima de mi ser;
y si así Dios lo desea,
tras la muerte te amaré aun más.




Ahora no puedo ofrecerte más que estas manos cansadas
y algunas ideas de qué es lo que se puede hacer
cuando ya no queda por hacer nada.

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