sábado, 11 de abril de 2015

Sigo buscando mi nombre y mis referencias en él, en las palabras de un genio, porque así es como nos comunicamos, y aunque el aire tenga que recorrer cada día más distancia, sé que llegará.
Porque mi mundo interior se plasma aquí, y solo él lo conoce.

miércoles, 8 de abril de 2015

They scream

Tengo la cabeza tan llena de números que hasta me creo matemática cuando no llego ni a intento de escritora de un blog, porque resulta que mi cabeza convierte los números en palabras, palabras tan clásicas como "alea iacta est". Y dentro de nada vendrán los sueños, y me envolverán un par de horas en su bruma hasta que una canción de buen ritmo elegida ad hoc pretenderá hacerme despertar con ánimo mientras yo, día a día, la odiaré más y más. Exacto, día a día, todo igual. Y mientras, busco que mis dedos sigan su propio ritmo, ya movido ya no, para buscar una salida a los golpes permanentes de los pensamientos que se acumulan poco a poco, pero cada día más. Y así voy sacando lentamente el fuego de mi interior, que ya me he cansado de las llamas. 

lunes, 6 de abril de 2015

Wherever you are

Silencios verdes llenos de palabras osadas que se acumulan en mi cabeza deseando salir al blanco. Palabras que no dicen nada, o que lo dicen todo. Palabras vacías, pero en definitiva, como todas, palabras vivas, porque salen de un alma, y aunque aparentemente muerta, siempre corresponden a una persona viva, con las ganas escondidas entre pensamientos cada vez más negros que buscan su amarillo en las flores rosas que la primavera les muestra. 
Y yo que en lugar de flores veo letras, tal vez sea porque esta no es mi realidad, o porque los libros lo idealizan todo que ya prefiero verlos a ellos antes que al marrón que la tierra pretende hacerme apreciar, y tal vez deba. Tal vez deba deshacerme del azul y dejar que las emociones lleguen a mí como si de un río de fuego se tratase, pero me niego, me niego y me repito a mí misma que esos silencios verdes de palabras osadas serán lo mejor, y aquí sigo, impasible ante la lluvia el sol y la nieve, porque solo la tinta, sea del color que sea, llega a mí más que el abrazo más perfecto que alguien haya podido dar.